Podemos leer que el dióxido de cloro es tóxico y es cierto si hablamos en términos pulmonares. ¿Qué significa?Un ejemplo: podemos beber agua pero no podemos respirar agua ya que no somos peces y nos ahogaríamos. No debemos inhalar el de dióxido de cloro, ya que ocuparía el espacio alveolar y nos podría causar problemas respiratorios a largo plazo. A corto plazo nos puede causar irritación y tos. No existen casos documentados de muerte en la ciencia conocida por la ingestión de una solución acuosa de dióxido de cloro.
El cuento de la Lejía
, Lavandina o Hiperclorito de Sodio
Se puede leer en Internet por parte de detractores de tratamiento de Clo2 en sus artículos de desinformación que el dióxido de cloro es un gas tóxico y un oxidante muy fuerte, utilizado para el blanqueo de textiles y papel. Ciertamente hay documentaciones genéricas que lo indican. Sin embargo, cuando vamos al detalle, podemos observar que la cantidad que se utiliza para el blanqueo de papel no está en relación con lo que se utiliza para tratamiento. Para el blanqueo de papel y de seda se utiliza el dióxido cloro de manera muy concentrada en conjunto con metanol .
La concentración utilizada es de: 11 g por litro (!) En conjunto con 138 g por litro (¡total de 149 gramos!) de clorato sódico (NaClO3) que es un oxidante mucho más agresivo y nocivo.
(Fuente: Georgia Institute of Technology)
La concentración para tratamientos descritos en los libros de Andreas kalcker, no superan los 0,0025 g habitualmente y la dosis más alta mencionada es 0,0225 g en su uso como tratamiento contra la malaria.
Si se habla del dióxido como blanqueador se está comparando una solución 59.600 veces más concentrada. Además, está compuesto de una química mucho más fuerte en su mayoría que es el clorato.
Hay que reconocer que estas afirmaciones falsas, quedan bien en los medios de comunicación sensacionalistas, para crear polémica, sin embargo esas aplicaciones están muy lejos de la realidad
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