Provienen de bebidas y alimentos fermentados que traen consigo una legión de saludables probióticos, los que te ayudarán a tener una excelente digestión, a fortalecer tu sistema inmune, como a fabricar serotonina, dopamina, sustancias que dan bienestar a tu cerebro. Aprende más sobre ellos y cómo hacértelos tú mismo.
La fermentación láctica es un proceso metabólico que realizan ciertas
bacterias y hongos, esta mágia ocurre gracias a que los microorganismos toman la
glucosa presente en algunos alimentos y los transforman en ácido láctico y
dióxido de carbono, dando como resultado la fermentación.
Este proceso se da de forma natural. Sin embargo,
históricamente ha sido aprovechado por el ser humano para la conservación
y producción de diferentes variedades de alimentos como carnes, verduras y frutas.
Se refiere a que, durante la fermentación, el azúcar y los hidratos de
carbono presentes en algunos alimentos, se transforman por acción de
microorganismos como bacterias, levaduras y hongos, y se genera ácido
láctico y dióxido de carbono, formando así los probióticos, éstos pequeños
organismos vivos que siguen activos cuando llegan a nuestros intestinos.
Muchos de ellos se implantan en nuestro organismo, aportándonos
importantes beneficios (anteriormente mencionados), como reforzar la flora
intestinal, mejorar la digestión y la nutrición celular, potenciar el sistema
inmunitario, y mantenernos con sensaciones de energía, alegría y vitalidad,
entre otros.
Se ha descubierto a nivel de la medicina contemporánea, a nivel gastrointestinal como neuronal, que hay gran cantidad de alimentos fermentados que aportan excelentes beneficios a nuestra microbiota intestinal, por tal motivo aquí te enseñaremos a preparar varios de ellos mediante la fermentación, como a su vez descartaremos los probióticos de origen lácteo así sea de leche de cabra, además los probióticos que contengan gluten están fuera de nuestra lista.
Las bebidas fermentadas son excelentes para nuestra salud y además
fáciles de hacer, (más abajo encontrarás algunas recetas de elaboración
casera). El tepache de piña, por ejemplo, el kombucha, el vinagre, el vino, la
cerveza artesanal, la hidromiel, como diferentes tipos de chichas de las
culturas antiguas, todas son fuente importante de microorganismos
benéficos que nos ayudarán a mantener una microbiota intestinal saludable.
Las verduras encurtidas como pepinillos, cebollines, olivas, repollo,
etc., también son de fácil elaboración y en forma casera) En cuestión de
verduras fermentadas el chucrut alemán o el kimchi coreano (a base de
repollo), son solo algunas de las verduras fermentadas más conocidas por
su gran aporte de probióticos para mantener saludable nuestra microbiota
intestinal; pero en realidad se pueden hacer de cualquier vegetal.
El Tepache es una bebida deliciosa y especial, se usan las cáscaras y la pulpa de la piña a la vez, obteniendo así una bebida
fermentada de agradable sabor y esto es mediante el efecto de las bacterias benéficas que habitan en
forma natural en la cáscara de la piña, las mismas que les da un sabor y aroma muy especial al Tepache.
Para su elaboración necesitas esperar por lo menos tres a cuatro días fermentando la preparación que explicaremos a continuación, a una
temperatura promedio de 25 a 30 grados centígrados.
Simpre cubierta para que no
le entren mosquitos y en un lugar con poca luz, y estará lista para tomarla
cuando disminuya el sabor dulce de la panela y tome un sabor un poco más fermentado; cuando ya está así se
toma una copa al día, de preferencia antes de almorzar.
La fermentación es la razón detrás del
período de espera, ya que debes permitir que el azúcar y la fruta fermenten.
Durante el tiempo corto de fermentación los azúcares se transforman en
fermentos saludables, ricos en probióticos (organismos vivos) para nuestros
intestinos, gracias a las bacterias devoradoras del azúcar.
Por tal motivo no
se debe usar miel para su preparación (a no ser en el caso de la hidromiel), recordemos que la miel contiene a
su vez bacterias saludable las cuales al competir con las de la cáscara de la
piña harán que no se produzca la fermentación de la bebida.
El Tepache es una bebida ligeramente alicorada en un grado muy bajo, algo
así como entre 1 a 2 grados de alcohol.
Sí la dejas fermentar por unos días
más, luego de que ha tomado este sabor ligeramente alicorado, se
convertirá en vinagre y dejará de ser Tepache, por lo que luego de que ha pasado su punto de maduración se avinagrará, en este caso usalo para tus ensaladas.
El Tepache uan vez cosechado siempre debe estar refrigerado y al tomaralo uno puede agregarle por ejemplo, algo de vitamina C y magnesio si desea.
Preparación del Tepache:
Pelar la piña con un cuchillo afilado para retirar la cáscara y corta la pulpa de
la piña en trozos medianos, alista una jarra grande ya que luego vas a poner
la pulpa y las cáscaras juntas.
En la jarra grande de vidrio o de cerámica, coloca las cáscaras y la piña en
trozos, la panela, (100gr) la canela, los clavos, 2
litros de agua potabilizada y una pizca de sal marina, luego agite la mezcla.
Cubra la jarra o el recipiente de vidrio con una tapa no muy apretada, o
cúbrela con una tela, debes permitir que la mezcla respire.
Déjalo reposar
durante 24 horas en tu cocina en un lugar no iluminado. Sí vives en un lugar
muy caluroso, verifica después de 12 horas sí ya se encuentra con un sabor
fermentado.
Con una cuchara de madera, retira la espuma blanca que se forma sobre el
líquido. Cubre de nuevo sin apretar la tapa o plástico y deja reposar durante
otras 24 a 36 horas más.
NO lo dejes fermentar por más tiempo, a menos
que desees obtener vinagre de piña. Cuando ya esté fermentado se le
formará un capa blanca y espumosa sobre la superficie, la cual debes retirar
sí así lo deseas.
Y ahora sólo cuela el líquido de la jarra y colócalo en una botella hermética
en la refrigeradora, y disfruta de una copita de tepache a diario, pruébalo también con un poco de miel de abejas y una pizca de sal para darle un
sabores más intensos y mineralizarlo también.
Instrucciones: Limpiar muy bien el recipiente en el que vamos a efectuar la
fermentación. Sí se esteriliza, mucho mejor.
Lavar la col y retirar las hojas exteriores, que están más duras. Reservar
estas hojas para utilizar más adelante.
Trocear la col en juliana y ponerla en un bol grande. Sería recomendable
utilizar guantes; es importante que tengamos buenas medidas de higiene a
la hora de hacer fermentados caseros.
A continuación, añadir la sal y empezar a masajear con las manos, poco a
poco la col empieza a soltar sus jugos. Masajear durante 15 minutos o hasta
que se ablande y se reduzca la col.
Introducir en el recipiente de fermentación, junto con los jugos que ha
soltado. A medida que introduzcamos la col en el recipiente, apretar cada
capa para que suelte más jugos.
Cuando hayamos introducido toda la col en el recipiente, finalizar colocándole las hojas exteriores de la col reservadas anteriormente, a modo
de protección.
Posteriormente, colocar un peso encima, para que así la col quede bien
presionada y vaya soltando más jugos durante la fermentación. El frasco de
fermentación ya incorpora una pieza de cerámica diseñada para presionar
el chucrut.
Pero también puede usar para presionar una piedra bien lavada.
Una vez finalizados estos pasos, procederemos a cerrar el recipiente. La
tapa tiene dos piezas: la principal, que tiene un agujero en su centro y la
segunda, con la que taparemos dicho agujero. Entre ellas queda un canal en
el que se añade agua para así impedir que entre el oxígeno y que, al mismo
tiempo permite que se expulse el CO2 producido en la fermentación.
A continuación, procedemos a la fermentación. Sí se utiliza una
fermentadora se podrá seleccionar la temperatura, que tiene que ser de
unos 18-20 ºC. Sin embargo, no es estrictamente necesario utilizarla. Se
puede introducir el recipiente en un armario o en otro lugar en el que haya
una temperatura estable de unos 18-20 ºC.
Dejar fermentar durante 7 días. Durante este tiempo puede que la col suelte
demasiado jugo y éste se salga un poco del recipiente (esto suele ocurrir a
los 2-3 días de la fermentación), aunque no ocurre siempre. Tan solo
tendremos que desechar el exceso de líquido acumulado en el frasco.
Transcurrido dicho tiempo, el chucrut estará listo. Abrir el recipiente, quitar
el peso y las hojas de col que estaban protegiendo y posteriormente, y
guardar en la refrigeradora.
Una vez pasado el tiempo de fermentación (7 días), conservarlo en la
refrigeradora para consumirlo en un plazo no superior a dos semanas. A
mayor tiempo de almacenamiento se favorece la producción de aminas
biógenas y además, se pierde mayor cantidad de compuestos beneficiosos
del chucrut, como el indol-3-carbinol.
¿Qué es el kimchi? Por si alguien aún no lo sabe, el kimchi es una
fermentación a base de verduras procedente de Corea que se come como
se conoce actualmente desde hace unos 250 años, época en que el chile
llegó al Mar de Japón y le otorga ese sabor picante tan característico a esta
preparación.
La receta tradicional de kimchi se hace con col china y nabo, que además
ayuda a que este sea más digestivo, pero hoy en día se pueden fermentar
todo tipo de verduras y hacer kimchi de cualquier hortaliza o fruta como el
kimchi de pepino o el kimchi de fresas, pero los más típicos son el kimchi de
col o repollo.
El hecho de fermentar las verduras en una especie de escabeche o adobo
como veremos a continuación, hace que se puedan conservar tapadas en la
nevera durante muchos meses incluso años, porque los ingredientes están
encurtidos.
Ahora vamos a enseñar cómo hacer kimchi de col china casero de una
manera fácil y práctica que no es la originaria de Corea pero se le parece
mucho, aunque en realidad, dicen que cada persona lo hace a su manera y
todas son diferentes.
Todos los ingredientes orientales los puedes conseguir en tiendas de
productos chinos especializadas sin ningún problema.
Así que dándole
nuestro toque particular, esta vez aprenderás la receta del kimchi coreano.
Los ingredientes para hacer kimchi son:
1 col china
1 vaso de sal gruesa de mar
50 gramos de harina de arroz
40 gramos de pimentón picante
6 cucharadas de salsa concentrada de pescado
2 cucharadas de panela
50 gramos de Granos de sésamo tostados
4 dientes de ajos
1 pedacito de jengibre
Primero, comenzamos partiendo en taquitos la col, eliminando el tronco.
Para preparar la salmuera, necesitaremos un bol grande con agua y 250
gramos de sal gruesa. Tras disolver bien la sal, introducimos la col y la
dejamos reposar. Cada media hora la mezclamos y a las dos horas la
lavamos en agua fría, al menos tres veces.
Picamos y machacamos los ajos con el jengibre hasta obtener una pasta y la
añadimos a una taza junto con la salsa de pescado y el pimentón.
En otro recipiente mezclamos la harina con tres tazas de agua y hervimos
cinco minutos. Añadimos el azúcar y dejamos enfriar mientras removemos.
Ahora, en un bol más grande mezclamos todos los ingredientes y añadimos
la col. Para obtener una buena mezcla mejor hacerlo con las manos usando
guantes.
Por último, ponemos el kimchi en un recipiente hermético y esperamos que
fermente por unos 10 días.
Esta receta es extremadamente fácil de hacer, además de que las verduras se tornan muy sabrosas y con diferentes matices sin tilde de sabores según las especias que uses, solo necesitas vegetales orgánicos, vinagre de manzana sin refinar, sal marina o del himalayas y si se desea alguna especia como: pimienta, finas hierbas, ajíes, cúrcuma, menta, curry, etc.
El siguiente paso es cortar en pequeños pedazos los vegetales (de a uno solo o mezclados) y apiñarlos dentro de un frascos de vidrio, añadirles un poco de sal y algunas especias, luego llenar el frasco hasta arriba con vinagre de manzana, opcionalmente al final puedes verter un buen chorro de aceite de oliva extra virgen para sellar bien el encurtido.
Luego de taparlo herméticamente se procede a guardar en un lugar fresco y oscuro por 10 a 15 días, luego de ese tiempo puedes consumirlo con tus comidas, además de darle un sabroso sabor a tus comidas te da salud, más información y más recetas
Ya que es y muy importante para repoblar la flora intestinal positiva un poco antes de dormir beber una copa de Tepache u otro probiótico acidofilus vivo.
> Como hacer Tepache de piña
Las bebidas fermentadas han acompañado al ser humanos por miles de años, ya que intuitivamente se sabia que eran bebidas beneficiosas para la salud de la persona que los bebía, por eso es muy importante seguir con esta tradición ancestral de las bebidas con probióticos.
NOTA SOBRE LOS PROBIÓTICOS Y EL ClO2
La toma de probióticos saludables se hacen bien separados de las tomas de ClO2 y preferentemente después de la última toma del día, de esta manera estos saludables microorganismos incrementarán la inmunidad y poblarán de flora intestinal saludable y acorde con los intestinos.
Prefiera siempre los probióticos como el Tepache, los vinagres naturales, el vino, la cerveza artesanal, etc, nunca tome yogurt o kéfir de leche o de suero de vaca, cabra u otro animal que no sea humano.
Lo más recomendable es que el CDS o MMS se empiece a consumir una
hora después del desayuno hasta una hora antes del almuerzo y luego una
hora después del almuerzo se sigue con las tomas de MMS o CDS hasta la
noche. Casi todo lo que comemos y bebemos tiene antioxidantes y
vitaminas y muchos de estos elementos invalidan el CDS / MMS / ClO2, es
por eso que es importante mantener una hora lejos la ingesta de CDS y
MMS de las comidas y bebidas.
En veterinaria se usa ampliamente para infecciones virales y bacterianas.
Es muy eficáz para infecciones en heridas y para hongos en la piel.